Felipe Frydman
Economista. Diplomático.
Ex embajador argentino en el Reino de Tailandia.
INTRODUCCIÓN
La recesión mundial será la característica del 2020. China y los países asiáticos serán los menos afectados mientras América Latina será la región más perjudicada, y en ella la Argentina mostrará una caída del PBI del 10%. Si bien las primeras estimaciones de la OMC pronosticaban una reducción del comercio del 32% en la actualidad se habla de una baja del 13% por la posible recuperación en el segundo semestre.
El MERCOSUR es un jugador marginal en el comercio mundial con un total global de 573.000 millones. Brasil representa el 70% del total. El nivel de reservas de Brasil es 386.000 miles de millones de dólares y durante el 2019 recibió inversiones externas por 71.000 millones. China se convirtió en el principal socio comercial del bloque seguido por la Unión Europea y Estados Unidos. El intercambio con los países de la región nucleados en ALADI fue del 19% que es una cifra importante que debería alentar la integración.
Mientras la Argentina exporta a Asia y Unión Europea commodities agropecuarios, el intercambio con los Estados Unidos y ALADI es más diversificado con mayor participación de la agroindustria y manufacturas.
La Presidencia pro-tempore de Uruguay del MERCOSUR manifestó su intención de firmar los Acuerdos de Libre Comercio ya negociados con la Unión Europea y EFTA durante su gestión. El Acuerdo con la UE se divide en uno político que no presenta mayores inconvenientes y el comercial. Este Acuerdo debe ser aprobado por los parlamentos de los países miembros del MERCOSUR y en primera instancia por el Consejo de Europa y el Parlamento Europeo. Si fuera aprobado en ambas instancias el Acuerdo podría entrar en vigencia provisional hasta tanto sea considerado por los Parlamentos de los Estados Partes.
Se estima que el Acuerdo entraría en vigencia aún si el Parlamento de uno de los países miembros del MERCOSUR no aprobara el Acuerdo creando un antecedente complejo para negociaciones futuras con otros países.
LA CRISIS DEL COVID
La crisis del COVID 19 ha trastocado todos los pronósticos sobre la economía mundial y el comercio internacional. Los informes del FMI están siendo revisados periódicamente con tendencia negativa a medida que continúa vigente la propagación del coronavirus. Los países europeos han comenzado a recuperarse pero no todas las actividades han retomado su normalidad. La misma situación se percibe en los Estados Unidos donde la tasa de desocupación en junio fue del 11,1% comparada con el 13,3% de mayo y 14,7 de abril. La tasa de desocupación antes del COVID era de 3,5%.
El informe elaborado por el FMI en junio vaticina una caída del PBI de América Latina del 9,4%; 8% para los Estados Unidos y 10,2% para la zona del euro. La caída en Asia sería del 0,8%. Los porcentajes indican la gravedad de una situación inesperada con consecuencias impredecibles. No es posible afirmar que la recuperación será pronta; por el contrario, habrá reticencias en retomar los niveles de actividad anteriores antes de que existan medios para prevenir el contagio.
Los países en desarrollo asiáticos y en especial China son los mejores posesionados porque supieron cerrar sus economías con anticipación. Estos países tienen contacto directo con China y reaccionaron con prontitud al aparecer el 23 de enero las primeras confirmaciones sobre el contagio persona a persona. Los ejemplos más notorios de aplicación de políticas preventivas fueron la República de Corea, Taiwán y la República Democrática de Vietnam donde también es habitual por historia un mayor acatamiento a las decisiones gubernamentales.
China merece un párrafo aparte. El FMI sostiene que China crecerá el 1% constituyendo la excepción al resto del mundo. Sin embargo, es válido compararlo con una tasa del 6,1% el año pasado. La situación de China también sirve de sostén al resto de Asia por la interrelación comercial que existe en la región. La reducción del PBI en los países de ASEAN está estimada en 2%.
El PBI de China cayó 6,8% en el primer trimestre y aumentó un 3,2% en el segundo. La caída interanual es del 1,6% que se recuperará durante los dos próximos trimestres.
Los países latinoamericanos sufrirán la peor crisis no sólo por la paralización de la actividad económica sino también por el desplome de los precios de sus productos de exportación: productos agrícolas, petróleo y minerales. La proyección del FMI dice que la caída del PBI de Brasil será del 9,1%; de México 10,5%. La estimación para Argentina es del 12%. La CEPAL afirma que la pobreza en la región aumentará en 45 millones alcanzando los 230 millones. La crisis del COVID ha borrado de un plumazo los progresos efectuados en el continente en los últimos treinta años donde hubo una disminución continua de los índices de indigencia.
2. AMÉRICA LATINA
La situación en América Latina merece una consideración especial por las características del retroceso consecutivo en los últimos años. En el período 1993-99 la región creció 3%; entre 2000-06 un 3,2%; 2007-13 3,5% y entre 2014-19 sólo 0,5%. Según el informe de la CEPAL, los últimos años “muestran una desaceleración tendencial de la actividad económica, con una disminución del producto interno per cápita, caída de la inversión, baja en el consumo per cápita, menores exportaciones y un sostenido deterioro en la calidad del empleo”. El informe concluye que “el período 2014-2020 sería el de menor crecimiento para las economías de América Latina y el Caribe en las últimas siete décadas”.
Merece detenerse en el informe de la CEPAL sobre la situación en América Latina. El informe fue elaborado antes de la crisis del COVID 19. En ese entonces, ya se reflejan los enormes problemas que enfrenta la región para encauzar su crecimiento. El COVID 19 encuentra la región sumergida en infinitud de problemas e incapaz de responder a las demandas sociales. El COVID solo agravará la situación desnudando los problemas estructurales que impiden el cambio de rumbo.
La situación de la Argentina no es ajena a los que pasa en América Latina porque influye directamente en sus posibilidades para revertir la tendencia. El escenario latinoamericano no brinda ningún apoyo a la Argentina. Un crecimiento regional puede empujar el comercio y las inversiones. Pero en este contexto no aparecen los alicientes que podrían coadyuvar a facilitar la resolución de los problemas internos.
Las bajas tasas de crecimiento durante las siete décadas definen un interrogante sobre la habilidad de América Latina para plantear una política conjunta. Se suma la pérdida relativa de importancia con relación a otras regiones del mundo afectando su posicionamiento en los asuntos internacionales. América Latina ha quedado rezagada respecto a Asia que cuenta con la economía china como un engranaje imprescindible para impulsar el desarrollo. Esto se extiende a los países de ASEAN, India e Indonesia como un nuevo eje en la política global. Esta realidad de menor injerencia en la política internacional constituye un llamado de atención para definir la forma de inserción y las relaciones en especial con Estados Unidos, Europa y China.
3. EL COMERCIO INTERNACIONAL
EL COVID afectó también el flujo de comercio internacional tanto desde la demanda como la oferta. En abril de este año la Organización Mundial de Comercio (OMC) pronosticó una disminución del 32%, lo cual implica un retroceso incomparable con graves consecuencias para la economía mundial. Desde los años noventa el comercio internacional constituyó una palanca para el desarrollo con la apertura de las economías, la consolidación de las cadenas de valor agregado y las nuevas tecnologías. Los países asiáticos y México recibieron substanciales inversiones provenientes de Europa, Estados Unidos y Japón que cambiaron la estructura productiva y la composición de las exportaciones.
El informe de junio de la OMC dice que el volumen del comercio en el primer trimestre se contrajo a un ritmo interanual del 3% y las estimaciones para el segundo trimestre apuntan a un descenso del 18%. La OMC pronostica que a partir de que el comercio crezca un 2,5% por trimestre durante el resto del año para que se cumpla la proyección optimista de una contracción de solo el 13%. Esta contracción aun siendo menor afectará al sector productivo destinado a la exportación.
El total de las importaciones del mundo en 2019 fue de 19.065.267 millones de dólares. Los Estados Unidos son el mercado más importante con 2.568.396 seguido por China con 2.068.950 y Alemania 1.236.298 millones. Estos tres países representan el 31% del total de importaciones del mundo.
El total de las exportaciones del mundo en 2019 fue de 18.754.622 millones de dólares. China fue el principal exportador con 2.488.569 millones seguido por los Estados Unidos con 1.645.174 y Alemania 1.486.462 millones. Estos tres países representan el 30% del total de exportaciones del mundo.
Estados Unidos tuvo un déficit comercial de 923 billones de dólares mientras China tuvo un superávit de 420 billones. Los Estados Unidos continúan siendo el mercado más importante del mundo a pesar de las políticas de Donald Trump de reducir el déficit aumentando los aranceles para los productos provenientes de China y renegociando los acuerdos de libre comercio con Japón, Corea y México y Estados Unidos.
China tuvo siempre una política agresiva para aumentar las exportaciones mientras implementaba trabas a las importaciones. Esto le permitió acumular reservas internacionales por 3.399 miles de millones de dólares que le ha permitido convertirse en una importante fue de financiamiento y promover inversiones externas. China participa del Banco de Desarrollo Asiático (BDA) y del Banco Nuevo de Desarrollo (NDB) conformado por los países miembros del BRICS (Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica).
4. EL MERCOSUR
El MERCOSUR exportó por 321.061 millones de dólares e importó por 252.563 millones. El principal exportador e importador es Brasil con 223.998 y 177.341 millones; Uruguay exportó por 7.816 millones e importó por 8.313 millones. Las cifras de Paraguay son 7.652 y 12.187 millones para exportaciones e importaciones respectivamente. El MERCOSUR tuvo un superávit de 68.498 millones.
El superávit de Brasil fue de 46.657 y el de Argentina 15.990 millones. Si bien el MERCOSUR mantuvo el nivel de exportaciones, las importaciones se han visto afectadas por la recesión que afectó principalmente a Brasil y la Argentina. Brasil tiene un nivel de reservas de 386.478 millones tanto por el superávit comercial pero también por las inversiones externas directas que en 2019 fueron de 72.000 millones.
China se ha convertido en el principal socio comercial del MERCOSUR. El bloque exportó a China por 76.143 millones e importó por 49.302 millones con un saldo favorable de 26.801 millones de dólares. La Unión Europea es el segundo socio con exportaciones por 46.460 e importaciones por 44.881 millones. El tercer socio es Estados Unidos con exportaciones por 35.214 e importaciones por 41.183 con un saldo negativo de 5.969 millones de dólares.
El intercambio comercial con los países nucleados en la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) es significativo. El MERCOSUR exporta 57.379 millones e importa por 58.453 millones. El principal rubro del intercambio del MERCOSUR con esta región es automotores y el segundo combustibles y minerales. Los otros rubros son variados reflejando una diferencia muy importante con el intercambio con China porque hay una mayor dispersión y participación de empresas.
Las exportaciones del MERCOSUR a China se componen de soja, combustibles, minerales, carne y pasta de madera que representan el 91% del total. Las exportaciones están concentradas en recursos naturales y tienen un escaso grado de dispersión. En cambio las exportaciones de China a la región son productos industriales. Esta asimetría en la composición del intercambio entre el MERCOSUR y China revela una relación de dependencia donde se exportan materias primas y se importan productos con un mayor agregado. China tiene interés en el MERCOSUR y aún en América Latina como proveedor de recursos naturales; la capacidad industrial de China no brinda posibilidades de competir en ese mercado ni en precios ni calidad. Las exportaciones industriales de China se dirigen principalmente a los Estados Unidos, Unión Europea y China ya sea a través de multinacionales de esos orígenes o empresas nacionales.
El MERCOSUR difícilmente pueda soslayar este intercambio desigual con China y seguirá siendo un proveedor de recursos naturales que si bien es necesario no es suficiente. China utiliza diferentes medidas de promoción o financiamiento que no están al alcance del MERCOSUR haciendo imposible revertir esta característica del intercambio.
Los países asiáticos pudieron convertirse en exportadores de productos industriales a partir de la instalación de las multinacionales de Europa, Estados Unidos y Japón que aprovechaban los menores costos. Las empresas chinas sólo se instalan en el exterior para la explotación, logística o transporte de recursos naturales; no necesitan ubicarse en terceros países para ensamblar o producir porque sus costos en mano de obra o impositivos son aún competitivos.
El MERCOSUR concluyó las negociaciones de los Acuerdos de Libre Comercio con la Unión Europea y los países nucleados en el EFTA. La actual Presidencia pro-tempore de Uruguay anunció su intención de firmar ambos al finalizar este semestre. Después de la firma el Acuerdo tienen que ser aprobado por los Parlamentos de los países miembros del MERCOSUR y por el Consejo Europeo y el Parlamento Europeo en primera instancia y luego por los Parlamentos de los 27 países miembros de la Unión Europea. Con la aprobación del Consejo Europeo y el Parlamento el Acuerdo entraría en vigencia provisional hasta lograr la conformidad de todos los miembros.
El Acuerdo con la Unión Europea ha suscitado reacciones negativas del Gobierno argentino por las cuotas insatisfactorias obtenidas para las commodities agrícolas y también porque contiene obligaciones en materia de política económica. El Acuerdo prevé la reducción gradual de las retenciones al agro con un mayor plazo para la soja. La Argentina es el único país del MERCOSUR que aplica retenciones a las exportaciones con carácter general porque prioriza la recaudación fiscal. Las retenciones son una materia controvertida a pesar de considerárselas una decisión nacional. Sin embargo, por sus efectos sobre otras industrias han sido cuestionadas en el ámbito de la OMC.
La Argentina también manifestó su reticencia sobre las negociaciones con Canadá, Singapur, Líbano y Corea por considerarlas imprudente en el contexto actual de retracción del comercio internacional y porque competirían con la industria nacional. Brasil, Paraguay y Uruguay consideran que el MERCOSUR debe hacer un esfuerzo para aumentar el intercambio con Asia reduciendo los aranceles y obteniendo las mismas condiciones de acceso que esos países otorgan a otros socios con los cuales tienen firmados Acuerdos de Libre Comercio como Estados Unidos, Australia, Canadá y Nueva Zelandia. Está previsto que Asia continúe siendo la región más dinámica de la economía mundial con un importante crecimiento de los sectores de ingresos medios.
5. EL COMERCIO ARGENTINO
Las exportaciones en los primeros cinco meses fueron 22.608 millones y las importaciones 15.990 dejando un saldo favorable de 6.618 dólares. Las cifras reflejan una caída del 11,5% para las exportaciones y del 23,8 para las importaciones con relación al mismo período del año pasado. En el mes de mayo la retracción fue del 16,3 y 23,8% respectivamente. Este mes al igual que abril refleja las nuevas condiciones producidas por el COVID 19.
En el período los productos agropecuarios o de industriales de origen agropecuario alcanzaron a 15.623 que representan el 70% del total. Este elevado porcentaje en el total quizás podría explicarse por la paralización de las actividades industriales a partir del mes de marzo mientras se mantuvo la producción agropecuaria. Las importaciones que se componen de manufacturas también reflejan la recesión económica.
Las exportaciones dirigidas a China, Vietnam e India tuvieron aumentos del 12,6; 2,5 y 17,2 respectivamente. Los aumentos a estos mercados se explican por las exportaciones agrícolas. Estos mercados compran residuos de la industria alimenticia, soja, carne y aceites.
En un marco general de disminución de importaciones del 23,8% las provenientes de Vietnam y de India aumentaron 51,4 y 18,7% respectivamente aunque parten de cifras no significativas en comparación con los proveedores habituales que son Brasil, China, Unión Europea y Estados Unidos.
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