NANCY SOSA
Periodista y
Analista Política
ELECCIONES ELECTORALES EN PANDEMIA EN EL MUNDO
INTRODUCCIÓN
El mundo en 2021
El mundo era uno antes de que llegara la pandemia provocada por el Covid 19. A un año y medio de su instalación en el planeta, nada es igual y en todo caso, los viejos conflictos ya conocidos por la humanidad se agravaron por las restricciones sanitarias impuestas por los gobiernos de todos los continentes.
En un esfuerzo de imaginación se puede decir que la ola pandémica fue un reflejo acerca de cómo el mundo se fue construyendo desde el Este hacia el Oeste, desde Oriente hacia Occidente, es decir en el sentido inverso a las agujas del reloj y siguiendo el movimiento de la Luna y el Sol.
El transcurso cotidiano de la enfermedad que, a mediados de junio del corriente año, ya da cuentas de 180 millones de casos de contagios y 3.900.000 muertos en el planeta, muestra pálidamente las consecuencias del declive diario por los daños causados, más allá de las pérdidas humanas. La economía, la política, la vida cotidiana de las personas, la educación, la salud mental, los cambios de modalidad en los vínculos y la manera en que los seres humanos se comunican, conforman un cuadro de transformación inédito.
Primero fue el impacto de esta epidemia inesperada que produjo diversas variables y mutaciones más peligrosas que la original. Pero en este proceso surgen también enormes sorpresas, palpables en número pero destinadas a un estudio científico más profundo; por ejemplo, que el continente menos afectado por el virus COVID 19 en el último año y medio sea Africa, el que concentra la mayor cantidad de pobreza del mundo. Y aquí un interrogante para no dejar pasar la novedad: ¿acaso la pobreza presenta condiciones especiales que ponen límites al virus? Un dato para que los científicos analicen.
No es ocioso señalar que en el inicio nadie sabía muy bien qué hacer con ese fenómeno porque el mundo había vivido algo similar por lo menos 100 años, cuando la Peste Negra se llevó 50 millones de almas y cuerpos. Más de cuatro generaciones no tuvieron esa experiencia.
Desde la declaración del inicio del estado de pandemia en marzo de 2020 por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la vida en general quedó condicionada a sus efectos: en primer lugar la crisis sanitaria, la sobrevivencia de los adultos mayores al principio, la incidencia de las cuarentenas y parálisis impuestas por los gobiernos asustados, la caída de las economías locales, regionales, en los continentes y en el mundo, las elecciones previstas en cada país, las protestas y reacciones populares como consecuencia de la falta de recursos elementales para la subsistencia.
El suspenso del respiro internacional y el natural refugio hacia el interior de las personas y los pueblos, como defensa por el temor al contagio, resultó un arma de doble filo para el manejo de la crisis. Algunos gobiernos fueron cautos y moderados al respecto, otros vieron allí la oportunidad de “someter” a la población con la excusa del miedo.
La Política Internacional quedó entre paréntesis, y sin embargo, por lo visto en este informe, ningún país paralizó totalmente su sistema político democrático y a lo sumo postergó unos días o meses, las confrontaciones electorales. La Política puso en manos de los gestores de la crisis sanitaria la resolución de las confrontaciones electorales. Hubo cambios, y también confirmaciones en los mandos presidenciales, violencia preelectoral en varios países pero nada que no haya contado con antecedentes.
Tal vez el cambio más notable, y por eso se menciona en esta introducción, es la caída del gobierno del estadounidense Donald Trump. Si el mundo parecía arrasado por la pandemia en octubre de 2020, un mes después los Estados Unidos se ponían a la cabeza del ranking de fallecidos y el número de contagios por la pésima gestión de crisis del mandatario, quien desde un principio no creyó en el virus, ni en la gravedad de su diseminación. Se equivocó tanto al resistir el cierre del país durante la crisis que eso lo llevó a descreer del resultado electoral, generando la peor reacción popular en un país desacostumbrado a semejantes desmanes.
En el resto del mundo y al margen de la pandemia, el año 2020 se cerró con nuevos enfrentamientos en Etiopía, el Sáhara Occidental y el Alto Karabaj, sumados a las ya largas guerras de Siria, Yemen o Libia, sin final a la vista. También con protestas y crisis políticas en Nigeria, Perú, Tailandia o Líbano; importantes cambios en Oriente Próximo a favor de Israel; y una China reforzada con la crisis.
ELECCIONES EN PANDEMIA - ARGUMENTOS Y NECESIDADES
El objetivo de este informe es lograr una síntesis respecto del nivel de acatamiento a los calendarios electorales de las naciones, y los modos en que la pandemia del COVID 19 incidió en su realización o postergación.
En el primer año de la pandemia hubo un gran desconcierto acerca de las formas más adecuadas para resolver problemas elementales en el funcionamiento del sistema democrático, entre ellos el respeto a los calendarios electorales previstos con anticipación, la concreción efectiva de los comicios, y la suspensión o la dilación de actos electorales en todos los niveles institucionales de cada nación.
En 2020 los comicios se pusieron entre paréntesis en varios países, pero en la mayoría se realizaron en la fecha prevista o se postergaron por un breve lapso. Pareciera que nadie estuvo dispuesto a pasar por alto las elecciones y que la democracia, con todos sus defectos, todavía es respetada. No se alzaron voces ni manifestaciones contra la voluntad electoral de decidir los recambios presidenciales, legislativos, provinciales y municipales.
Los escenarios epidemiológicos en los cinco continentes fueron similares en ese aspecto y la experiencia de los primeros se fue trasmitiendo a medida que se acercaba la obligación político-constitucional, desalentándose la manipulación o la tendencia a suprimir los actos electorales por oficialismos autoritarios o conveniencias partidarias.
Las elecciones en el mundo son posibles, pero difíciles. La pandemia trae tres limitaciones importantes para el desarrollo de un proceso eleccionario: 1) restricciones a la libertad de movimiento y reunión; 2) riesgos relacionados con la salud de los votantes y funcionarios, y 3) complicaciones y retrasos operativos. La proliferación de situaciones confusas dará lugar a la deslegitimación de los resultados.
En el año 2020 más de 60 elecciones fueron pospuestas en todo el mundo entre marzo y julio de ese año. Sin embargo, 41 países no modificaron sus procesos electorales. En América Latina se dieron postergaciones de fechas en Bolivia, Chile, República Dominicana, México, Paraguay, Perú, Uruguay, y en Argentina sólo en la ciudad cordobesa de Río Cuarto. Paraguay pasó directamente las elecciones municipales para el año siguiente.
Para elecciones generales se votó en Marzo de 2020 en Guyana (02/03), Taiwán (07/03), Vanuatu (19/03) y Mali (29/03). En Mayo del mismo año lo hicieron en Burundi (20/05) y Surinam (25/05). En Junio acudieron a esos comicios en Malawi (23/06), Islandia (27/06) y Polonia (28/06). En julio fueron a las urnas en Croacia (05/07), República Dominicana (05/07), Singapur (10/07) y Polonia votó en segunda vuelta (12/07).
En elecciones legislativas votaron en Marzo del 2020 en Tayikistán (01/03), Israel (02/03), Camerún (22/03) e Irlanda (30-31/03). En abril sufragaron en Kiribati (14/04), Corea del Sur (15/04) y Malí (19/04). En junio lo hicieron en San Cristóbal y Nieves (06/06) para la Cámara Alta, India (19/06), Serbia (21/06) y Mongolia (24/06). En Julio acudieron a las urnas en Macedonia del Norte 15/07 y Siria (19/07).
En elecciones locales participaron Francia, Baviera (Alemania), Hancestl ( Moldavia), Rep. Dominicana, Bangladesh, Polonia, Queensland (Australia) Lucerna (Suiza), Ginebra (Suiza), Japón, Benín, Estiria (Austria), Francia, en segunda vuelta, Tokio (Japón), Galicia, País Vasco, España.
En Brasil se desarrollaron elecciones municipales en noviembre del 2020. Hubo además un Referéndum constitucional en Guinea, otro para el Consejo en Canadá, y elecciones para Consejos Legislativos de Maharashtra (India), en Teplice (República Checa). Destitución municipal en Taiwán, Referéndum Constitucional en Rusia, un Parcial Federal en Eden-Monaro, en Nueva Gales del Sur, en Australia, un Parcial de la Asamblea Estatal en Chini, y en Pahang (Malasia).
No se registraron cancelaciones de elecciones hasta diciembre de 2020.
MEDIDAS ADOPTADAS EN GENERAL CONTRA EL COVID 19 EN CAMPAÑAS ELECTORALES
Las medidas más comunes adoptadas por los países en las campañas electorales y en los comicios fueron las siguientes:
En mayor medida:
n Reducir la concurrencia y prohibir actos presenciales
n Distanciamiento social
n Uso de la mascarilla obligatoria
n Facilitación de higiene y desinfección personal
n Desinfección de locales de votación
n Ampliación del horario de votación
En menor medida:
n Acortar los tiempos de campaña
n Ampliación voto por correspondencia
n Ampliación voto electrónico
n Desdoblamiento de la elección
n Mamparas acrílicas
n Horarios diferenciados de votación
n Control de temperatura en el ingreso
n Uso de guantes de latex por parte de las autoridades de mesa
n Reducción de votantes por mesa
n Suspensión del voto en el extranjero (mínimo)
Para pacientes con Covid 19:
n Votación en cabinas especiales (muy aprobado)
n Votación adelantada por dos países (Islandia y Corea del Sur)
n Votación por Correo
n Votación domiciliaria
n Recomendación de no ir a votar (tres países: Israel, País Vasco y Galicia)
Por razones de organicidad, y con el propósito de facilitar la lectura de este informe, la estructura investigativa se presentará por CONTINENTES.
CONTINENTE AMERICANO
AMÉRICA DEL NORTE
Estados Unidos
Los Estados Unidos de América fue el país que, durante el mandato de Donald Trump, manejó la pandemia del Covid 19 de un modo muy particular y con consecuencias tan inesperadas como incomprensibles. La potencia más grande mundo padeció hasta el momento de este informe 616.440 muertes y ocupa el podio del ranking mundial.
La epidemia se extendió velozmente por todo el territorio norteamericano y no respetó ningún espacio en particular, mucho menos en Nueva York donde ocurrieron más de 53 mil decesos.
Pese al incremento permanente de contagios las elecciones presidenciales en EEUU no se postergaron, y por el contrario durante el mes anterior al martes 3 de noviembre en que se votó para elegir al nuevo presidente, ya el Correo daba cuenta de una inclinación por emitir sufragios como en comicios anteriores.
La Comisión de Asistencia Electoral de EE.UU. (EAS) creó para la campaña una página con múltiples recursos de gestión electoral (Recursos Coronavirus COVID-19) desarrollados para funcionarios electorales que debían tomar medidas de salud y seguridad, así como custodiar la votación postal. Capacitaron y distribuyeron manuales para el comportamiento en los centros de votación que, en algunos estados o distritos redujeron la cantidad de locales de modo extremo. Por ejemplo, en Kentucky bajaron de 3.700 a 170.
El resultado al final de ese día dejo en vilo al país del norte acerca de quien había ganado las elecciones aunque los votos de Biden fueron de alrededor de 81,2 millones de votos -la mayor cantidad de votos que un candidato ha ganado en la historia de Estados Unidos-, y Trump cosechó poco más de 74,2 millones. Es decir, más de 7 millones de votos de diferencia entre ambos.
Trump nunca estuvo dispuesto a aceptar su derrota, como lo anticipó durante toda la campaña, y no quiso cumplir finalmente, ni siquiera cuando la totalidad de los congresistas declararan el triunfo de la fórmula Joe Biden-Kamala Harris, hacer entrega de los atributos simbólicos presidenciales el 20 de enero de 2021, día de la asunción
Canadá
En la campaña de 2019, los liberales mantuvieron el poder pero perdieron la mayoría parlamentaria y el voto popular. Pusieron más el acento en el proyecto que en el magnetismo de su líder. Llegó así el tiempo de un estilo más sobrio, que redujese los riesgos de apostar todo a la imagen.. Trudeau supo que no estaba blindado contra los desatinos. La postal que mejor lo refleja la dio cuando, entre lágrimas, se disculpó por haber empleado aquel maquillaje oscuro 20 años atrás.
La fuerza del Covid-19 comenzó a sentirse en Canadá en los primeros meses de 2020. El Gobierno de Trudeau puso en marcha un gran plan de protección financiera para familias y empresas, prestaciones de urgencia a autónomos, apoyos al alquiler comercial y subsidios salariales, apoyos que rondaron los 348.000 millones de dólares canadienses (288.000 millones de dólares). El presupuesto incluyó un plan de recuperación económica por 101.000 millones, además de cuantiosas inversiones sociales, y una deuda federal de 1,2 billones (51% del PIB); el déficit, 155.000 millones.
En la primera semana de agosto de 2020 el Bloque Quebequense había anunciado su intención de presentar una iniciativa para llamar a un voto de no confianza en octubre que, de haber sido aprobado hubiera provocado la caída del gobierno, obligando a llamar a elecciones federales.
Justin Trudeau suele repetir una frase: “Nadie quiere elecciones en tiempos de pandemia, pero los liberales estamos preparados en caso de que la oposición siga desconfiando de este Gobierno”. Un Gobierno minoritario en Canadá -como el que formó Trudeau en octubre de 2019- dura en promedio 18 meses. Y pese a la Covid-19, opiniones en medios y corrillos políticos apuntan que las urnas podrían montarse en primavera.
Radio Canadá Internacional informó a mediados del año pasado que como parte de sus preparativos para una posible elección por una pandemia, “Elecciones Canadá” estableció un grupo de trabajo interno, encargado de evaluar la capacidad del organismo para llevar a cabo la votación en un entorno seguro, incluyendo la gestión de las boletas de voto por correo, encontrar centros de votación alternativos y garantizar la seguridad de los electores y los trabajadores electorales.
También se preveía que, en caso de que se produjese una segunda ola de contagios del Covid-19, que hiciera imposible o desaconsejable la votación en persona, un sufragio íntegramente por correo sería sólo posible si el Parlamento Canadiense procediera con una reforma de la Ley de Elecciones de Canadá, que no contemplaba esa opción.
Llamar a una elección federal en primavera solo atrae al 14 % de la personas, según una encuesta, el 29% preferiría que tuviese lugar en el otoño y un 43% dijo que mejor realizarla más tarde.
El diario El País señala el descenso de la popularidad de Trudeau por incumplir algunas promesas de campaña (como una reforma electoral) y tomar medidas impopulares entre los progresistas, como nacionalizar el oleoducto TransMountain. “Su imagen se vio deteriorada por varios escándalos, dentro y fuera del país”, comenta para el diario Daniel Béland, director del Instituto de Estudios sobre Canadá de la Universidad McGill. Béland cita, entre otros, un viaje a la India cargado de desatinos, viejas fotografías con el rostro maquillado de negro (consideradas ofensivas) y la intención de influir en la ex ministra de Justicia para que una compañía canadiense no fuera sancionada.
México
Las elecciones de medio tiempo en México, el 6 de junio de 2021, concluyeron con un resultado favorable al partido oficialista, y acusaciones cruzadas con la oposición sobre fraude electoral y compra de votos.
La polarización social y entre partidos políticos, aunado a un contexto de violencia electoral en distintos lugares de México, aterrorizados por un creciente derramamiento de sangre, hostigamiento a candidatos, y asesinatos de opositores, tiñó la elección de medio tiempo en ese país.
Más de 90 millones de votantes fueron convocados a las urnas para elegir 15 gobernaciones, 30 congresos locales, miles de alcaldías y 500 diputados federales, cuya composición en el Congreso marcará el rumbo del país.
El partido del presidente, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena)y sus aliados cuentan con 60% de los asientos en la Cámara de Diputados y 50% de las entidades federativas y no lograron superar 40% de los triunfos en las elecciones municipales recientes.
En contraste, el bloque opositor (sin considerar a Movimiento Ciudadano) tendría 36.8% de la Cámara Baja y 37% de las gubernaturas, pero habría obtenido triunfos en aproximadamente la mitad de las alcaldías y municipios disputados.
Los resultados recientes demostraron que la pluralidad triunfó sobre la hegemonía y esa tendencia que pareciera definitiva en México. Es decir, se rompió el bipartidismo tradicional, se fortaleció la diversidad, el poder político quedó virtualmente atomizado y cada partido o alianza se quedó con un pedazo de la totalidad de los votos.
La violencia en la campaña mexicana
La campaña electoral fue quizás la más violenta desde que se tiene memoria en ese país, de acuerdo con los datos de Entellekt hasta el 1 de junio último se habían cometido 89 homicidios de políticos, de los cuales 35 fueron aspirantes a un cargo. Se registraron también 782 agresiones a 737 víctimas, quienes sufrieron secuestros, golpizas, amenazas y otras violencias.
Políticos y medios culpan de manera generalizada a los narcotraficantes de drogas. Y en el estruendo de la violencia en la contienda, no se está mencionando otro fenómeno de gran importancia y que muy probablemente tiene una relación causal con los crímenes: el financiamiento ilegal de las campañas.
El candidato a diputado federal del Partido Encuentro Social, Carlos Mayorga, comenzó su campaña electoral saliendo de un ataúd, en protesta por la indiferencia ante la muerte de candidatos. Las acusaciones de fraude y compra de votos estuvieron entre las denuncias presentadas.
México avanzó en la protección de los derechos políticos de las mujeres, pero registra una de las tasas más altas de feminicidios del mundo. Siete candidatas y aspirantes fueron asesinadas en este proceso electoral. El 31 de mayo, sin mostrar pruebas, la ex Miss Universo 1991, Lupita Jones, candidata a la gubernatura de Baja California por la alianza Va por México, denunció públicamente que su contrincante del Partido Encuentro Solidario, Jorge Hank Rohn, le ofreció 5 millones de dólares por declinar a su favor.
AMERICA LATINA
Varios analistas consideran que América Latina será uno de los que soporten las peores consecuencias de índole económica, sanitaria y política del mundo a causa de la pandemia del COVID 19. Será también el territorio en el que más se noten las “polarizaciones ideológicas” que dividen al continente, aunque aún las contenga una corona diplomática.
La política es lo que más hace ruido, y está a la vista en el proceso constituyente de Chile donde triunfó el referéndum para modificar la Constitución del país. También se nota en la desintegración institucional de Venezuela, las definiciones electorales en Perú, Ecuador y Nicaragua, esta última agudizada por el autoritarismo de Daniel Ortega y su mujer que encarcelaron a la candidata de la oposición Catalina Chamorro. Inciden además en el escenario las protestas en Colombia, donde los negocios del narcotráfico, la falta de trabajo y el resurgimiento de los movimientos armados dieron por tierra con la paz lograda hace una década atrás. Guatemala ya es un verdadero dolor de cabeza a raíz de las acusaciones de corrupción por el dinero aprobado para el manejo de la pandemia y las devastadoras tormentas recientes, cuyas cuentas “no cuadran” como dicen los medios guatemaltecos. Son 2.200 millones de dólares. Brasil se debate entre el negacionismo al principio de la pandemia de Bolsonaro y los Gobernadores de la oposición por las vacunas. y Argentina parece un barco a la deriva por sus conflictos internos y sus deudas con organismos internacionales.
Pese a todo, las elecciones latinoamericanas avanzarán
América Latina concluyó 2020 con una intensa actividad electoral, y ésta se prolongará durante todo 2021. Será un período marcado por cuatro variables que condicionan el curso político.
1) La polarización política se profundizará y las agendas nacionales serán poco compatibles. Por ejemplo, el eje de la polarización en Bolivia pasará por la defensa o rechazo de la figura de Morales, cuyo liderazgo la fractura en dos partes irreconciliables. En Chile el mayoritario consenso para reformar la Constitución esconde posiciones distantes en cuanto a cómo y qué debe ser el futuro marco de convivencia institucional. Las legislativas de El Salvador en 2021 serán un virtual duelo entre los partidarios y los detractores del presidente Bukele, quien pactó con las maras para reducir el número de homicidios y obtener cierto orden público. En Argentina, la famosa “grieta”, el modo criollo de nombrar la polarización, se hará patente cuando en setiembre se realicen las PASO, previas a la elección definitiva fijadas para noviembre. La postergación de un mes en cada una de estas contiendas se debe, entre otras razones, a la inseguridad del oficialismo de perder escaños en esa confrontación de carácter nacional, provincial y municipal.
2) El segundo problema serán las fragmentaciones de los bloques políticos, es decir, las internas partidarias que tal vez se revelen luego de los comicios en un reacomodamiento parlamentario de traspasos, compras de asientos, y traiciones flagrantes. La fragmentación entre derecha e izquierda en Venezuela se mantendrá durante 2021, siempre en la tonalidad que marca la violencia.
3) No es del todo posible pero tal vez en algunos países se imponga el voto castigo a los gobiernos por el manejo de la crisis sanitaria generada por la pandemia del Covid 19, pero también a las pérdidas económicas producidas por los cierres intempestivos, sin estudios previos acerca de los protocolos más convenientes. Especialmente, algunos gobiernos podrían padecer el rechazo popular por impedir la actividad presencial en las actividades educativas. Y hasta es posible que las pérdidas de millones de puestos de trabajo incida sin piedad contra las áreas legislativas de los oficialismos, del mismo modo que por los cierres de miles de industrias y comercios, la extranjerización de las multinacionales y la caída en las ventas así como por el aumento desmedido de los precios en artículos de primera necesidad. La inflación creció en casi todos los países, incluso en aquellos que exhibían marcas muy bajas de esa deformación económica.
4) La pérdida de las esperanzas en el futuro, y de las expectativas para recuperar el nivel de vida prepandemia, será un punto vital en la elección de los nuevos representantes parlamentarios o presidenciales de este año.
5) La pandemia se convirtió en el arma que desnuda las almas de los sistemas democráticos en América Latina, y la dirigencia política tendrá que dar cuenta del manejo de la crisis. Pero el sostenimiento de la democracia y de sus instituciones es la única forma posible para garantizar las libertades y derechos de una sociedad libre en su vida cotidiana y a la hora de celebrar los comicios.
(Fuente consultada: documentos de Carlos Malamud - Investigador principal, publicados en Real instituto Elcano) . Rogelio Núñez - Investigador senior asociado del Real Instituto Elcano y profesor colaborador del IELAT, Universidad de Alcalá de Henares
CALENDARIO ELECTORAL EN AMERICA LATINA 2021
El calendario electoral en la región está siendo intenso en 2021 y la mayoría de las confrontaciones están polarizadas, con una visible falta de consensos en algunas naciones donde las “grietas” son muy marcadas por razones ideológicas. Se detallan a continuación los hechos más relevantes de los países más poblados respecto de la política electoral en época de pandemia.
Bolivia
Este país ya completó sus elecciones presidenciales y estaduales, y pese a la fuerte polarización, pero también a las “internas” de cada partido, los comicios llegaron a buen puerto sin más que escaramuzas o pretensiones de exclusiones que quedaron sin efecto. Es el Caso de Eva Copa, quien fue expulsada del MAS -partido de Evo Morales- en el distrito de El Alto, donde la joven socialista le ganó al líder del partido por una ventaja abrumadora. El liderazgo de Morales quedó así debilitado aún más de lo que estaba antes de exiliarse en Argentina en 2019.
El MAS, que entre 2005 y 2015 sumaba cerca del 55% de los votos (y hasta más del 60%) en cada elección, cayó al 30%, no por la política sino porque la estrategia de las últimas semanas golpeó la imagen del partido por su apoyo a los bloqueos de carreteras en plena pandemia, dificultando la llegada de insumos a los hospitales durante la plena alerta sanitaria. La incidencia de Morales se debilita por su lejanía del poder, la falta de control sobre ciertos medios y la menor disponibilidad de recursos públicos, así como la repercusión de ciertos escándalos que lo salpicaron a él (con relaciones sexuales con menores y corrupción) y a otros dirigentes partidarios (por corrupción). La campaña presidencial preanunció la situación del país para el próximo quinquenio. En Bolivia había hasta mediados de junio 405.347 contagios y 15.485 muertes.
Chile
En este país el 16 de mayo se realizaron elecciones para elegir a 155 redactores de una nueva Constitución para sustituir la heredada por el dictador Augusto Pinochet, considerada por muchos sectores como el origen de las desigualdades sociales en Chile y señalada como origen de la desigualdad social que generó las masivas protestas que estallaron el 18 de octubre de 2019.
Estos comicios fueron la continuación del plebiscito del 25 de octubre de 2020 en el que los chilenos eligieron por casi un 80 por ciento redactar una nueva Carta Magna que reemplace a la vigente.
Debido a la pandemia las elecciones se realizaron en dos días, tras una postergarción de cinco semanas a causa de una nueva ola del virus.
Unos 14,9 millones de chilenos estaban llamados a votar también por alcaldes, concejales y, por primera vez, gobernadores regionales. La participación se situó en cerca de un 37 por ciento .
En el desglose del voto por regiones y comunas, la tendencia marcaba una importante diferencia entre la alta tasa de participación en los sectores más acomodados y una baja afluencia en zonas más pobres
La sorpresa fue que los independientes se impusieron a los partidos tradicionales con cerca de un 40 por ciento de los sufragios y lograron 48 de 155 escaños para la Asamblea Constituyente. La derecha de Sebastián Piñera logró 37 escaños, la Concertación de centroizquierda sacó menos escaños que el Frente Amplio y el Partido Comunista, y este último se posiciona para proponer un candidato presidencial con posibilidades para Noviembre.
Antes de la elección presidencial se realizarán las primarias en el mes de Julio. Dicen que con el plebiscito “Chile ya cambió”.
Venezuela
En Venezuela todo parecía preparado para que el oficialismo chavista y Nicolás Maduro vencieran en las elecciones legislativas, y que el único rastro opositor fueran unas fuerzas no chavistas, “amables” con el poder tras haber sido “intervenidas” por organismos judiciales progubernamentales.
La oposición no aliada con el gobierno liderada por Juan Guaidó, abogaba por no participar al considerar que su presencia legitimaba al régimen.
El panorama se transformó tras las conversaciones entre el chavismo y la facción opositora liderada por Henrique Capriles, un cambio plasmado en el indulto de Nicolás Maduro a más de 100 presos políticos y diputados. Su gobierno también invitó a la Unión Europea y a la Organización de Naciones Unidas (ONU) como observadores del proceso electoral.
Hay 27 organizaciones que se suman a la propuesta de Guaidó de abstenerse en los comicios. Capriles, en cambio acepta participar de las elecciones y aspira a que la UE presione a Maduro para que postergue los comicios.
El antichavismo quedó atrapado en una guerra civil interna (Guaidó/Leopoldo López vs Henrique Capriles) en la que Capriles parece tener las mejores opciones. Al participar en los comicios logrará presencia institucional, cierta capacidad de supervisión sobre el Ejecutivo y, sobre todo, un creciente apoyo exterior, en especial de la UE. Aquí se incluye a España, que apuesta por una salida negociada y no por la vía insurreccional.
Ecuador
Ecuador a pesar que todavía al dia de hoy, a causa de la pandemia mantiene cerradas sus fronteras terrestres y marítimas, y suspendidas las clases presenciales, no impidió realizar sus elecciones presidenciales que se realizaron el 7 de febrero de 2021 para el período 2021-2025.
A la par de la primera vuelta se realizaron las elecciones legislativas en que se eligieron a los representantes al Parlamento Andino y los Asambleístas para el mismo período.
Debido a que ningún binomio logró ser elegido en primera vuelta, el 11 de abril se realizó un balotaje en el que Guillermo Lasso, candidato de la alianza entre el Movimiento CREO y el Partido Social Cristiano, ganó la contienda con el 52,36% de los votos contra Andrés Arauz, candidato de la coalición UNES y respaldado por el expresidente Rafael Correa quien obtuvo el 47,64%. El binomio presidencial ganador tomó posesión de sus funciones el 24 de mayo de 2021.
Nicaragua
Las elecciones presidenciales en Nicaragua se desarrollarán el 7 de Noviembre, pero el actual Presidente Daniel Ortega que gobierna autocráticamente desde el 2007, está intentando que ningún candidato con posibilidades de derrotarlo se presente a elecciones.
Varias figuras prominentes de la oposición están bajo arresto domiciliario. A principios de mayo, se prohibió a la alianza opositora Coalición Nacional participar en las elecciones.
La principal oponente Cristiana Chamorro, hija de Violeta Chamorro que lo derrotó en 1990, fue detenida e incomunicada el miércoles 9 de junio de 2021, un dia después que anotara a su partido Ciudadanos por la Libertad, y que un tribunal de Managua emitiera una orden de allanamiento y detención por delitos de "gestión abusiva, falsedad ideológica en concurso real con el delito de lavado de dinero, bienes y activos".
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Para evitar su futura derrota tuvo la idea de encarcelar a Cristiana, de 67 años, por la cual piden la liberación Estados Unidos y Francia. Muchos observadores opinan que la mantiene de rehén para negociar con Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y la Unión Europea el retiro de las sanciones económicas.
Esta actitud despótica del matrimonio Ortega ha recibido denuncias de represión y de ausencia de las libertades de las Comisiones de Derechos Humanos de la OEA y Naciones Unidas.
Elvira Cuadra Lira, periodista nicaraguense, señala que Ortega se encuentra en su momento de legitimidad más bajo, según los últimos sondeos de opinión. A pesar de ello, la sociedad nicaragüense “ha venido experimentando cambios importantes con el entretejido de grupos y organizaciones, así como la emergencia de una red de líderes políticos en todo el país. Ese proceso lento y a veces silencioso -cruzado por tensiones que muchas veces se dirimen en espacios públicos como las redes sociales, lo que provoca una percepción de polarización- está cambiando la cultura y las prácticas políticas. Los intentos del gobierno para frenar ese proceso vigilando, persiguiendo e incluso encarcelando a ciudadanos y líderes políticos han sido inútiles. El potencial político de estos esfuerzos es enorme no solo para las elecciones que se avecinan, sino también para recuperar la democracia. A la larga, constituye un valioso capital político que quedará instalado para el futuro”.
Perú
El lunes 14 de junio de 2021, con el 100% de actas procesadas y el 99,935% de actas contabilizadas, Pedro Castillo (8.883.185) aventaja en menos de 100.000 votos a Keiko Fujimori (8.783.765).
“A través de la prensa internacional hoy informé al mundo sobre la dura batalla que estamos dando los peruanos para no caer en manos del comunismo. Somos un país geopolíticamente muy importante para la izquierda internacional. Vamos a defender democráticamente todos nuestros votos”, escribió hoy Keiko Fujimori quien presentó una denuncia sobre fraude. El órgano que deberá decidir sobre el pedido de nulidad de varias actas es el Jurado Nacional de Elecciones de Perú, quien ya comenzó a analizar dichos pedidos.
Con proyectos antagónicos, el maestro de escuela rural y la hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori llegaron empatados en los sondeos a este balotaje, tras una campaña marcada por la incertidumbre y la exacerbación de los miedos, lo que elevó el precio del dólar el viernes a un récord de 3,9 soles.
Los candidatos a la Presidencia, Keiko Fujimori y Pedro Castillo, suscribieron un "Juramento por la Democracia", que incluye doce estatutos y cuyo cumplimiento será velado por la ciudadanía y por la Iglesia. Se trata de un compromiso para moderar a los candidatos en las antípodas
Castillo concentró apoyo en las áreas rurales del "Perú profundo", como su natal Cajamarca, pero hubo peruanos temerosos de que el país se convierta en una nueva Venezuela y votaron por Fujimori como "el mal menor".
"Yo ni siquiera quisiera votar, para mí los dos no merecen el voto, pero le tengo pánico a Castillo, así que voto por Keiko", indicó el transportista limeño Johnny Samaniego, de 51 años.
Perú ha visto pasar cuatro presidentes desde 2018, tres en apenas cinco días en noviembre de 2020..En esa jornada también votaron un millón de peruanos residentes en 75 países, entre ellos 140.000 en Venezuela, Chile, Paraguay y Aruba que no pudieron hacerlo en la primera vuelta por restricciones por la pandemia.
Cualquiera que gane tendrá un reto enorme, pues deberá tomar medidas urgentes para superar la pandemia, la recesión económica y la inestabilidad política, lidiando con un Congreso fragmentado, la corrupción y la deficiente gestión pública.
CONTINENTE EUROPEO
En marzo de 2021, muchos países europeos intentaron aliviar el agotamiento que arrastraban después de un año de soportar los brutales ataques del Covid 19, cuya experiencia fue modelo para que el resto de Occidente tomara precauciones elementales antes de que llegara la ola. Muchas naciones ignoraron el expertise sanitario, otros más inteligentes copiaron sin pudor los modelos para atender a los contagiados antes de que los números abrumaran.
En medio de la catástrofe, los gobiernos europeos se encontraron con la necesidad de cumplir con sus calendarios electorales en 2020 y 2021, algunas presidenciales, otras de representaciones legislativas y municipales. La incidencia de la pandemia en estos procesos fue dispar. Hubo aplazamientos electorales, como en Francia; más altos niveles de abstención en los comicios, ejemplo Portugal; los resultados del manejo de la crisis sanitaria y su repercusión en los resultados electorales.
Como conclusión, Europa tiene que afrontar el presente años al menos tres cuestiones fundamentales, en medio de la pandemia y los procesos electorales de cada país: a) dar respuesta a dos crisis simultáneas: la sanitaria y la económica con políticas exhaustivas, ayudas dentro del continente y la deuda común; b) las tensiones que deja el retiro de Angela Merkel, luego de 16 años de mandato frente a la Unión Europea: c) el cierre del Brexit y la recomposición con los Estados Unidos y la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca.
La pandemia impacta con la tercera ola en las elecciones europeas. Desde principios del presente año se ha detectado una alta abstención de votantes, elecciones pospuestas y resultados inciertos. Los efectos de la tercera ola de COVID-19, y los cierres completos en varios países, parecen estar condicionando los escenarios electorales durante 2021, como no había ocurrido en 2020.
Alemania
Las elecciones federales de Alemania de 2021 se celebrarán el 26 de septiembre de 2021. En ellas serán electos los 709 diputados del Bundestag, que a su vez elegirán al canciller de Alemania para el periodo 2021-2025, lugar que dejó vacante Angela Merkel.
Ese proceso de puja por suceder a Merkel se inició después de la elección de marzo pasado y muestra que todavía los partidos están trabajando en sus programas y sin terminar de definir sus candidatos. En esas elecciones locales (Hesse y Sajonia) los Verdes ganaron la mayor cantidad de escaños, con la CDU (Partido de Merkel) perdiendo terreno y manteniéndose en segundo lugar, sufriendo su peor resultado en la historia del Estado.
La canciller se despidió después de 16 años al frente de la primera economía europea y su legado está en entredicho. En estos momentos Armin Laschet, de 60 años, presidente de CDU en la pelea por la sucesión, tiene una posición aparentemente débil para suceder a Merkel.
Markus Söder, al frente del hermano pequeño de la coalición, el CSU, que solo tiene presencia en Baviera, está decidido a hacerle frente. Ambos candidatos tienen distintos criterios para decidir cuestiones vitales en la pandemia.
Mientras Laschet analiza qué actividades debe cerrar en la economía para evitar una caída en Renania del Norte-Westfalia, Söder cierra todo al instante en Baviera. La población alemana se encuentra a las puertas de elegir entre la prudencia y la mano dura, cuyo relato parece convencer a miles de alemanes por el momento. Además, Söder plantea una estrategia “populista”, mientras Laschet se mantiene conservador.
Aún a pesar de un empeoramiento general de la situación sanitaria -que llegó a su pico a fines del año pasado, pero muestra un descenso gradual en lo que va del 2021-, más las críticas y tensiones en la coalición de gobierno por la lentitud en el plan de vacunación, se prefigura un horizonte bastante favorable para la centro-derecha liderada por Angela Merkel. De acuerdo con las encuestas su sucesor emergería de la puja de su propio partido Unión Democristiana (CDU) con su socio Unión Social Cristiana (CSU), con poco margen de éxito para los candidatos de la centroizquierda (SPD, Verdes) o de la derecha (AfD).
Portugal
Las elecciones que el pasado 24 de enero definieron la reelección de Marcelo Rebelo de Sousa como jefe de Estado de Portugal, expusieron también algunos factores que pueden resultar válidos para analizar un panorama electoral europeo que, durante 2021, tendrá varias instancias más de relevancia política, sobre todo porque aquellos comicios se realizaron en un momento en que la crisis sanitaria alcanzaba su mayor nivel de intensidad en dicho país, en un contexto en que la tercera ola de contagios está impactando con fuerza en gran parte del continente.
Dado que la elección presidencial portuguesa no implicaba de manera directa al gobierno en funciones del primer ministro socialista Antonio Costa -a tal punto que su partido (PS) no postuló candidato oficial a la contienda y dio apoyo tácito a Rebelo de Sousa-, la principal significación política estuvo en la contundencia numérica que tuvo el triunfo de la centro- derecha del PSD.
El reelecto Presidente (cargo que tiene funciones mayormente formales) obtuvo la victoria con un 60,7% de los votos, contra un 13% de la candidata socialista independiente Ana Gomes. El tercer lugar obtenido por la fuerza extrema derecha Chega (11,9%), si bien diluyó el impacto que esperaba capitalizar su líder André Ventura (aspiraba al segundo puesto), expuso el notable crecimiento de un espacio que en las elecciones anteriores había sumado apenas el 1,2%.
El virus, en el contexto del pico de casos ya mencionado, parece haber jugado un papel directo (y previsible) en el nivel de participación: la abstención registró un récord histórico del 61,5%. Registra al 18 de junio 1.166.966 casos registrados de contagio, 818 mil recuperados y 17.057 muertos.
Francia
A causa de la pandemia, o por los conflictos políticos internos, Francia es uno de los países donde se palpan deseos de cambios de partidos políticos en el poder. La primera vuelta de las elecciones generales realizada el 20 de junio último dejó sentadas las bases para favorecer a la “centroderecha”, con un triunfador de resultados relativos entre el 26 y el 28% que es el Partido “El Republicano” que debe revalidar ese triunfo el 27 de junio de 2021.
Otra vez fallaron los sondeos, no es la extrema derecha de Marie Le Pen ni es Emmanuel Macron con su partido “La República en Marcha” las principales opciones.
La centro derecha trata en lo posible de frenar el ascenso de la ultraderechista Le Pen, que se apuntó en segundo lugar pese a que las encuestas la daban liderando en seis de las 13 regiones principales.
En tercera posición aparece la izquierda con el Partido Socialista. Le siguen el Partido Verde y la República en Marcha (LREM), también de centro derecha, del presidente Emmanuel Macron.
Pero estas elecciones regionales y departamentales son vitales para Macrón que aspira a una reelección el año 2022. Podría decirse que Macrón, en sus circunstancias, ha iniciado la “Gran Marcha” hacia su reelección, con el tiempo suficiente para escuchar y explicar.
Tras el conteo definitivo los partidos que obtengan más del 10% de los votos avanzarán a una segunda vuelta el 27 de junio.
El presidente y candidato del partido Republicano para las elecciones regionales, Renaud Muselier, se mostró preocupado e instó a los votantes a asumir "la responsabilidad frente a la extrema derecha" en la segunda vuelta de las próximas elecciones regionales. Muselier ya tiene una alianza con Macrón.
A dos días de esa primera vuelta, es decir al 18 de junio de 2021, Francia registraba 5.750.000 de contagios, y 111 mil muertos.
En marzo pasado estuvo previsto que hubiera elecciones regionales y departamentales en Francia, pero bajo el argumento de las “circunstancias de gravedad excepcional” por la pandemia, fueron postergadas para este junio y supeditadas a que el Parlamento las ratifique a partir de un informe sanitario que un consejo científico debía producir antes de abril.
En el año 2020
Más allá de la objetivamente complicada situación sanitaria, con un promedio de contagios y muertes que se mantienen en niveles muy altos desde octubre de 2020, no pocos vieron el aplazamiento electoral (ya se habían pospuesto las municipales de marzo a junio en 2020) como una maniobra de Emmanuel Macron.
En esa oportunidad Francia tuvo una asistencia a los comicios del 46%, considerado un mínimo histórico. Francia tuvo también el año pasado su segunda vuelta electoral para elecciones locales que habían sido postergadas por tres meses. El partido Europa Ecológica-Los Verdes (EELV) logró el 28 de junio 28 de junio, hacerse con el control de un grupo de ciudades importantes como Lyon, Estrasburgo y Burdeos, durante la segunda vuelta de las elecciones municipales.
Entre tanto, el partido del presidente Emmanuel Macron sufrió un fuerte revés, en unos comicios locales marcados por estrictas medidas sanitarias y una histórica abstención.
En ambas elecciones, dentro de las medidas de protección se destacaron el pedido a los funcionarios electorales para que usen máscaras y guantes, mascarillas obligatorias para los votantes, que los votantes llevaran sus propios bolígrafos para firmar el registro de votantes, la desinfección regular de las mesas de votación, la provisión de gel desinfectante para manos a disposición de los votantes. Durante la campaña electoral se permitieron las manifestaciones, pero con un límite de 1000 participantes.
Gran Bretaña
Después de un 2020 teñido de idas y vueltas en el manejo de la crisis sanitaria del primer ministro Boris Johnson, uno de los líderes que más subestimó al virus COVID 19 al principio de la pandemia hasta que terminó contagiándose, Inglaterra fue uno de los países en ponerle freno a los contagios con una vacunación masiva como remedio. Efectivamente, la Universidad de Oxford fue la primera en salir al ruedo con el hallazgo de la fórmula para combatir a este virus que hizo estragos en Europa.
Como tantos asuntos de la vida, la pandemia por el Covid-19 también obligó al Reino Unido a postergar las elecciones programadas para 2020, hasta este 2021. El impacto en la vida cotidiana de los ingleses en la economía y en las finanzas públicas, la confrontación de este año -de carácter regional- será el gran tema que tendrán en cuenta a la hora de votar y, tal vez, también se convierta ese acto en un virtual examen para Boris Johnson, y por qué no de los gobiernos regionales.
Las elecciones del 6 de mayo pasado fueron las primeras después del Brexit que dejó afuera de Europa al Reino Unido. Lo más probable es que el foco de atención esté puesto en la consolidación de las mayorías para los independentistas en Escocia y la Alcaldía de Londres.
Hay que recordar que en cada región del país, los gobiernos de Gales, Escocia e Irlanda del Norte, ejercieron su propio poder y enfatizaron sus diferencias con el gobierno de Johnson respecto de las directrices de la salud pública ordenadas al principio de la pandemia desde Londres.
Además de Escocia, Gales también eligió su parlamento, mientras que Inglaterra eligió 12 alcaldes de diferentes regiones. Londres designó alcalde y la Asamblea de la ciudad. Pero además se nombraron 39 comisionados de policía y consejos a nivel nacional.
Debido al Covid-19 los resultados se demoraron, pero todo apuntaba a un apoyo triunfal para el primer ministro Boris Johnson, mientras que los nacionalistas escoceses podían lograr a su vez su propia victoria. Con ella, el Partido Nacional de Escocia podría obtener una mayoría suficiente para buscar otro referendo de independencia.
El Partido Conservador aumentó su dominio en la Cámara de los Comunes al vencer provisionalmente en las elecciones municipales, pese las críticas sobre el manejo de la pandemia –por el alto número de fallecidos– y la recesión económica.
Johnson, que tildó los resultados de "históricos" y "muy alentadores", se movilizó de inmediato a Hartlepool para celebrar y atribuir el triunfo de su partido a sus políticas de entrega del Brexit y haber invertido dinero en áreas en las que muchos votantes se habían sentido desatendidos por los gobiernos de los últimos 50 años.
La caída del 'muro rojo' británico
El sufragio de Hartlepool ha golpeado directamente en el corazón de los laboristas, en unas áreas conocidas como el "muro rojo" del norte y centro de Reino Unido, para servir una mayoría dominante en el Parlamento, con el mensaje de "lograr el Brexit". Los laboristas intentaron manejar las expectativas diciendo que las elecciones del 6 de mayo siempre serían difíciles por la pandemia del coronavirus que, como muestran estos resultados, aumentó el apoyo al Gobierno debido a la rápida implantación de las vacunas.
Este fue el mayor cambio de votos para el partido gobernante en una elección parcial desde la Segunda Guerra Mundial, según dicen analistas británicos.
España
Las próximas elecciones generales en España son en noviembre del 2023, siempre que el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos, consiga controlar la legislatura (lo que no parece fácil, dada la fragmentación del Congreso de los Diputados) y las elecciones municipales se celebrarán en mayo del 2023.
Las elecciones municipales coincidirán con las autonómicas de las comunidades no históricas, como es habitual, pero no con las europeas, que serán en el 2024. Las 12 comunidades españolas no históricas (todas excepto Andalucía, Catalunya, Comunidad Valenciana, Galicia y País Vasco) celebrarán elecciones autonómicas en mayo del 2023, coincidiendo con los comicios municipales.
Elegirán sus Parlamentos autónomos Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Madrid, Murcia, Navarra y La Rioja.
Sin embargo, la sorpresa fueron las elecciones en Madrid el 4 de mayo del presente año, en las que se impuso con holgura Isabel Díaz Ayuso del Partido Popular, que quedó cerca de la mayoría absoluta con 65 escaños de los 69 que necesitaba.
El triunfo en Madrid descolocó al gobierno de Pedro Sánchez y con él a las diversas izquierdas españolas que ven con preocupación el resurgimiento del PP. En la izquierda, Más Madrid mejoró sus resultados de 2019 e incluso adelantó al PSOE, con quien empató en escaños, 24 cada fuerza, pero con más votos que los socialistas.
Este retroceso complicó a Unidas Podemos que si bien amplió sus asientos en el parlamento regional, quedó relegado a la última fuerza de la Cámara. Su líder y candidato Pablo Iglesias, dejó la política tras la debacle del bloque de izquierdas. Vox, por su parte, obtuvo 13 escaños, solo uno más que en 2019.
Federación Rusa
Rusia, en plena pandemia y producción de su vacuna Sputnik V, tiene el objetivo de hallar en 2021 un equilibrio para defender sus intereses en política exterior y controlar los elementos desestabilizadores internos.
Está orientada a continuar con las reformas internas en Rusia para recalibrar el equilibrio institucional y entre las élites del país, de cara a una posible transición de poder. Tiene que resolver la lucha por el poder en Bielorrusia donde no cesa las protestas y las huelgas, mientras crecen las tensiones entre Armenia y Ayerbaiyán tras la guerra, y también la polarización en Georgia.
El Referéndum Constitucional realizado fue destinado a enmendar en algunas de sus partes el texto Constitucional (en total unos 14 artículos) de la Federación Rusa. Fue impulsado por el presidente Putin que propone la centralización del poder en la figura del presidente, y plasma regulaciones discriminatorias hacia las personas homosexuales y las minorías étnicas.
La característica especial de esta elección fue la extensión a una semana del proceso de votación, del 25 de junio al 1 de julio de 2020. Se tomó la temperatura corporal antes de ingresar a la mesa electoral. Las mesas electorales contaron con máscaras y guantes desechables, desinfectantes, bolígrafos desechables, alfombras desinfectantes, vestimenta descartable para autoridades de mesa de urnas móviles y marcas de distancia social. Las urnas fueron desinfectadas regularmente. Hubo además varias opciones de votación: fuera del Recinto del Comité Electoral (PEC) vinculado a la dirección de registro a través del esquema de Votante Móvil; fuera de la mesa electoral (en los territorios adyacentes), en los lugares de trabajo, la votación sin contacto desde casa, y la votación electrónica a distancia en dos regiones: Moscú y Nizhni Nóvgorod.
La pandemia se utilizó como excusa para desplegar un mecanismo de votación propenso al fraude. Participó el 30% del padrón. El derecho al voto en domicilio le fue extendido a todos los ciudadanos. Las personas sufrieron extorsión en sus trabajos al emitir sus votos, y los lugares de votación incluyeron árboles con telas como cuarto oscuro..
CONTINENTE ASIATICO
Mientras Asia-Pacífico lucha por recuperarse de la pandemia, varios países tratan de contener la creciente influencia de China formando un frente común con Estados Unidos. El cambio de estrategia apuntará a buscar, en lugar de confrontar directamente con los chinos, dar un apoyo más sólido a los aliados de Estados Unidos para evitar que negocien con Beijin. Por esa razón, la distribución de la vacuna se convertirá en un canal diplomático para influir en las relaciones. Hay paralelamente, movimientos partidarios de la democracia en Tailandia y protestas en India, además de investigar el genocidio rohinyá en Myanmar.
El Instituto para la Democracia y la Asistencia Electoral (Idea, por sus siglas en inglés) señala que a nivel mundial dos de cada tres países pospusieron sus elecciones de 2020, sin embargo, más de 50 decidieron realizar sus comicios en fecha, de los cuales nueve se encuentran en Asia.
Por otra parte, las elecciones en Mongolia, Malasia, Japón, Singapur y Corea del Sur, demostraron que “realizar elecciones democráticas en tiempos de Covid-19 es posible, pero difícil”. Son palabras del Gerente de Programas de Asia y el Pacífico, del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA, por sus siglas en inglés). Explica que respecto de las campañas electorales en algunos países, como Singapur y Malasia, las convocatorias masivas fueron prohibidas, y en otros, sin perjuicio de intentar llevarlas a cabo vía remota, no dieron el resultado esperado, por lo que igualmente se realizaron actividades presenciales con los debidos resguardos sanitarios.
Singapur estableció colegios electorales especiales y reservó las cuatro primeras horas de votación para los ancianos (con resultados mixtos). Mongolia no estableció esos colegios electorales por tener muy pocos casos activos, pero implementó un protocolo específico en caso de que se detectara un votante sintomático al ingresar a un recinto. Malasia, en tanto, ejecutó un procedimiento sanitario similar al mongol, en que los funcionarios de salud tenían la obligación de aislar al elector que presentara síntomas asociados al COVID.
Los niveles de asistencia a los comicios en algunos países fueron: Mongolia 74%, Japón 55% (-5 puntos que la anterior), Singapur 96%, República de Guinea 72% (no tomó ninguna medida de prevención).
Corea del Sur
El Programa Asia Pacífico – El Observatorio Parlamentario relevó las medidas adoptadas por Corea del Sur para llevar adelante sus elecciones legislativas. Con más de 40 millones de electores, el país asiático fue la primera gran democracia en realizar comicios electorales legislativos en tiempos de pandemia, durante la primera quincena de abril de 2020. La decisión del gobierno de Moon Jae-in de no postergar y de impulsar una serie de acciones para asegurar una votación segura, consiguieron una alta participación por parte de la ciudadanía. Para evitar nuevos focos de contagio el gobierno estableció ciertos cuidados como la entrega de guantes plásticos a cada votante, usar mascarillas, medir la temperatura, o el reemplazo de la identificación dactilar por tecnología de reconocimiento.
El sitio Election Guide confirmó una asistencia del 66,21 por ciento de los casi 44 millones de electores para votar en las elecciones legislativas de abril de 2020. En 2016 fue del 58 por ciento
La agencia de noticias VOA señaló que el voto en el extranjero se vio afectado ante la posibilidad de sufragar a distancia.
China
Casi un año y medio a las celebraciones del centenario del Partido Comunista Chino que se cumple este año. Es un año importante para su planificación política y económica y, sobre todo, sus Relaciones Exteriores. Quiere dar un paso más hacia la autosuficiencia económica y tecnológica con su decimocuarto plan quinquenal, tratando de aumentar su independencia de un mundo cada vez más impredecible.
La pandemia colocó a China en un estado internacional de sospecha y desconfianza a raíz de la procedencia del virus COVID 19 del Estado de Wuhan. En respuesta, Beijin trastocó su diplomacia y se volvió un poco más beligerante. Sin embargo, no cesa en sus pretensiones expansivas más allá del continente africano, donde, extrañamente, el virus no se propagó en la misma medida que en el resto de los continentes.
Continúan las tensiones con los Estados Unidos, el cual les reclama que se reconozcan parte de la responsabilidad en la diseminación del virus en el planeta. La presidencia de Joe Biden y su inclinación hacia el multilateralismo le plantean a China un enorme desafío.
La pandemia de coronavirus sirvió para que Xi Jinping consolidara un poder en China como no se veía desde los tiempos de Mao. En la BBC News Mundo, en marzo pasado, se informó que para Xi Jinping, la pandemia de coronavirus ha dejado un mensaje claro: Occidente "está en el ocaso" mientras China "se levanta como sol naciente".
Desde mediados de 2020, la forma en que Beigin manejó la pandemia demuestra, para el liderazgo chino, que su sistema de gobierno es superior a las democracias occidentales. Mientras países como Estados Unidos o regiones enteras, como Europa, padecen los embates del virus y vuelven a dictar confinamientos, China se ha convertido en uno de los pocos países que ha logrado retomar ciertas dosis de normalidad, incluidos restaurantes, conciertos y vacaciones.
No fue solo la primera economía que comenzó a funcionar tras los embates del virus, sino también fue la única de las grandes del mundo que creció en el tercer cuarto de 2020 (5%) y, según mayoría de los pronósticos, logrará superar a la de Estados Unidos años antes de lo previsto. Tras una frenética carrera, se convirtió en el segundo país, después de Rusia, en tener una vacuna lista contra el coronavirus, un producto que ha comenzado a exportar a numerosas naciones, muchas de ellas en América Latina, incluso antes de vacunar a su propia población.
¿Cómo controló China la pandemia? "Mediante el uso de medidas draconianas, Xi Jinping pudo controlar la pandemia. El relativo éxito de China en comparación con Estados Unidos ha sido presentado en China como evidencia de la superioridad del sistema chino sobre los sistemas democráticos de Occidente", dijo a BBC Mundo Bonnie Glaser, directora del Proyecto de Poder Chino del Centro de Estudios Internacionales y Estratégico (CSIS). Y detrás del éxito, según Glaser y otros expertos consultados por BBC Mundo, está la figura de Xi, el único líder chino en la historia reciente que ha vuelto a rodearse del aura mítica que en el país todavía conceden a Mao Zedong, el fundador del Partido Comunista y de la República Popular.
"Si bien el proceso en el que Xi fue concentrando el poder se inició antes de la pandemia, no cabe dudas que este año de coronavirus le ha servido para consolidarlo en una forma que, sin la pandemia, le hubiera sido más complicado", dice a BBC Mundo Susan Shirk, presidenta del Centro de China en el siglo XXI de la Escuela de Política y Estrategia Global de Universidad de California en San Diego.
La celebración virtual de la Asamblea de Partido Comunista a inicios de marzo fue el primer gran espacio en el que el gobierno chino celebró públicamente su éxito sobre la pandemia un año después. En el diario Global Times, la página en inglés del Partido, los delegados reconocieron públicamente la guía de Xi, sin la que, según la publicación, el país no hubiera logrado "superar a Occidente" en su combate contra el virus. Si empeoran las relaciones de China con Occidente el panorama mundial puede cambiar sustancialmente.
Sin embargo, hubo a la par numerosas denuncias apuntadas al gobierno acerca de que encubrió los primeros brotes y censuró a médicos y periodistas que intentaron alertar el mundo de lo que estaba sucediendo en Wuhan. En eso se enroló una especie de revolución online, por donde se hicieron saber que el gobierno chino vulneraba los derechos individuales y civiles. Torpezas, encubrimientos, acciones decisivas de China con confinamientos, pruebas, rastreo y cuarentenas, controlaron la propagación de la epidemia y dieron como resultado una tasa de mortalidad notablemente baja y una rápida reanudación de la actividad económica. El retorno a la “normalidad” fue muy rápida. Y también su repunte económico, único en el mundo.
China no escapa a las reacciones populares, igual que en otras partes del mundo. Tras una serie de protestas masivas, el gobierno se endureció e impuso una ley que fue ampliamente criticada por la comunidad internacional por las formas en las que restringe el derecho a la protesta y la libertad de expresión en Hong Kong y toma poder efectivo sobre el territorio.
Notables las cifras de casos, que llama la atención de muchos. Recuperaciones y muertes en China: 91.564 contagiados, 86.425 recuperados, 4.636 muertos
Japón
El primer ministro de Japón ante la pandemia tiene un poder muy limitado. Las explicaciones acerca de la burocracia japonesa en el sistema de toma decisiones es muy compleja y las responsabilidades se deslindan por capas de jerarquías establecidas, razón por la cual, una medida que funciona en un lugar, en otro no se aplica por decisión de la autoridad local.
Sin embargo, las medidas generales funcionaron desde principios de 2020 y en marzo de ese año se logró ralentizar la epidemia. Pero el rápido relajamiento de las restricciones activó el flujo de circulación y a partir de fines de marzo el contagio se expandió a gran velocidad. Los pedidos de declaración de emergencia eran clamores. La “segunda ola”, que empezó a principios de junio, fue superada sin declarar el estado de emergencia y confiándose las medidas para contener el contagio a los Gobiernos prefecturales.
El 28 de agosto, el Primer Ministro Abe por problemas de salud anunció su dimisión. El nuevo Gobierno de Suga Yoshihide, que se formó el 16 de septiembre, dirigió sus esfuerzos a la reactivación económica, haciendo de la campaña de promoción del turismo nacional .
A mediados de noviembre en una parte de las prefecturas del país la situación hospitalaria se agravó y varias veces a partir del día 20 la comisión de expertos que asesora al Gobierno recomendó una revisión de la campaña. Pero Suga no se mostró partidario de suspenderla, limitándose a excluir de la misma a algunas ciudades.
Las restricciones, los cierres de comercio, las discusiones por la cantidad de horas permitidas para encuentros personales y otras, fueron un caos durante todo el 2020. Los japoneses tardaron casi un año en admitir que la solución era realizar un reparto de competencias entre organismos participantes de las decisiones.
En una encuesta realizada por el periódico Mainichi Shimbun el 12 de diciembre, el índice de desaprobación popular al gabinete era del 49 %, frente a un 40 % de aprobación. El 67 % de quienes respondieron a la encuesta se mostró a favor de suspender la campaña de turismo, que fue lo que hizo el primer ministro el 28 de diciembre..
Este mal manejo de la pandemia provocó una moción de censura presentada en el Parlamento de Japón contra el Ejecutivo del primer ministro Yoshihide Suga, pero fue fue rechazada por la amplia mayoría de la que goza la coalición gobernante.
La iniciativa, impulsada por los cuatro principales partidos de la oposición, fue derrotada en la votación de este martes (15.06.2021) en la Cámara Baja de la Dieta (Parlamento) por 322 votos en contra y 134 a favor. Los analistas nipones interpretan en clave electoral la fallida moción de censura y la decisión del Ejecutivo de poner fin ahora a la actual sesión parlamentaria, puesto que el Gobierno se verá obligado a convocar elecciones en cualquier caso antes de finales de octubre.
Sin sesión parlamentaria en los próximos tres meses, el Ejecutivo de Suga podrá centrarse en el control de la pandemia y en la organización de los Juegos Olímpicos de este verano, sin verse sometido al escrutinio de la oposición, que a su vez perderá visibilidad hasta la convocatoria electoral.
Japón es un ejemplo de cómo los manejos de crisis en conflictos globalizados inciden en la continuidad de mandatos, y responsabilidades de poder
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Las Olimpíadas en la “cuarta ola”
Japón piensa enfrentar los Juegos Olímpicos en estado de emergencia, golpeado por la “cuarta ola” de coronavirus, con "nuevas variantes" y con menos del 2% de su población vacunada. Ese es el panorama actual de Japón a solo tres meses de los Juegos Olímpicos.
Israel
La República de Israel vivió hace poco un hito histórico, sorprendente para su propia población. Benjamín Netanyahu, tras 12 años de gobierno, llegó al fin de su era. Netanyahu fue el líder que más tiempo retuvo el poder en la historia de esa nación.
El Parlamento israelí eligió un nuevo primer ministro y la formación de un nuevo gobierno por 60 votos a favor y 59 en contra. El nuevo Ejecutivo estará integrado por una coalición de partidos sin precedentes, con la escasa mayoría de un escaño en la Knéset (Parlamento). Ese cambio pone fin a más de dos años de parálisis política en los que dos elecciones terminaron en punto muerto y una tercera llevó a un gobierno de coalición de corta duración.
El nacionalista de derecha Naftali Bennett se juramentó como primer ministro luego de acordar compartir el poder con el centrista Yair Lapid. Según el acuerdo de coalición, Bennett -líder del partido Yamina- ocupará el cargo hasta septiembre de 2023, cuando entregará el cargo a Lapid -jefe del partido Yesh Atid-, quien gobernará por otros dos años.
Todos se preguntan cómo es que Israel llegó a ese punto. En medio de una pandemia cuya crisis fue manejada con eficiencia por el mismo Netanyahu, y luego de varias intenciones de formar Gobierno el Likud (el partido más grande en el parlamento de 120 escaños), no pudo formar una coalición de gobierno y la tarea fue entregada a Lapid, cuyo partido era el segundo con más escaños en la Knéset.
La oposición a que Netanyahu permaneciera en el poder aumentó, no solo entre la izquierda y el centro, sino también entre los partidos de derecha que normalmente están ideológicamente alineados con el Likud, incluido Yamina de Bennett que quedó en quinto lugar en las elecciones con solo siete escaños y su apoyo era fundamental para que cualquier posible gobierno de coalición tuviera la mayoría en el Parlamento.
El acuerdo entre Yair Lapid y Bennet que involucra a ocho facciones con 61 escaños requeridos para una mayoría se firmó el 2 de junio, solo media hora antes de que expirara el plazo. Durante los días siguientes, Netanyahu intentó hacer descarrilar el acuerdo, acusando a Bennet de traicionar a los electores de derecha. Sus esfuerzos fueron inútiles y, con una estrecha votación, quedó sellada en la Knéset su salida del poder.
CONTINENTE AFRICANO
2021 será un año de recuperación para África, según analistas internacionales. Después de atravesar 25 años de recesión al continente no le queda otra alternativa más que crecer económicamente y retornar a la buena gobernanza, tras el primer retroceso en una década.
Estas son las claves: a) Entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio Africano tras el retraso provocado por el coronavirus. b) Las protestas, que marcaron récord por segundo año consecutivo en 2020, continuarán, y las elecciones en Etiopía, Uganda y Zambia serán otra prueba para la democracia en el continente. c) La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca podría cambiar la relación de Estados Unidos con África y afectar a la lucha contra el yihadismo, que no para de crecer en el continente.
En África hubo varias elecciones durante el primer año de la pandemia, el 2020. Y otros procesos electorales continúan, y seguirán, desarrollándose en el actual 2021.
Cobran relevancia las elecciones presidenciales de países que habitualmente suelen llamar la atención mundial, como Uganda, Níger, Somalía y el Congo, que ya concretaron sus respectivas elecciones locales el año pasado.
El especialista en estos temas concernientes a África, Omer Freixa, solicita en un último informe publicado por Diálogo Político, tomar algunas precauciones a la hora de considerar la diversidad de los escenarios en este vasto territorio, donde la vacunación contra el coronavirus avanza lentamente en compañía de otras cuestiones derivadas de la avidez por el poder político de la casta dirigencial.
Próximamente habrá elecciones locales en Rwanda, Senegal, Angola, Zambia, Sudáfrica o Madagascar, entre otros, y parlamentarias en Marruecos, Costa de Marfil, Gabón o República Centroafricana. Pero las presidenciales son sin duda las más importantes.
Sudán del Sur, el país más joven del mundo, en agosto tiene cita en lo que puede ser garantía de consolidación de la paz definitiva en el país próximo a cumplir una década de existencia.
En Libia, el 24 de diciembre, serán las elecciones presidenciales, decisión fruto de largas deliberaciones en el exterior que comenzaron a sellar la pacificación luego de casi una década de guerra olvidada.
Gambia a fin de año también tendrá las suyas, las primeras sin el dictador Yahya Jammeh (1994-2017) quien fuera derrotado en las urnas a fines de 2016 por el actual presidente y sucesor Adama Barrow, el que buscará la reelección en la nación continental más pequeña. Pese a que no se considera una elección presidencial.
Etiopía merece una consideración adicional porque es el segundo país más poblado de África, que celebrará comicios parlamentarios en este mes de junio, pospuestos en agosto pasado debido a la pandemia. El año pasado los etíopes vivieron un año intenso, marcado por la protesta social, el asesinato del reconocido músico y activista Hachalu Hundessa en junio y el inicio, a comienzos de noviembre, de la guerra en Tigray que afectó la imagen del ganador del Premio Nobel de la Paz 2018, el Primer Ministro Abiy Ahmed.
Chad
En este país, de 4.600.000 habitantes, se produjo una sorprendente resolución después de la elección presidencial en la que se impuso el mandatario regente por sexta vez consecutiva., Idriss Déby, quien ocupaba el sillón principal desde 1990. Pero, Idriss Déby, cuya reelección fue confirmada el 19 de abril pasado, con el 79% de aprobación de los votantes, murió al día siguiente.
Los militares anunciaron que Déby había muerto “en acción” liderando sus tropas en batalla contra los rebeldes del Frente de Alternancia y la Concordia en Chad (FACT). Ante esa situación su hijo Mahamat Déby Itno, dirigente del Consejo Militar de Transición, disolvió el gobierno y el parlamento y anunció que asumiría el poder por 18 meses, hasta que se realizara una nueva elección.
Esta situación se dio en el marco de una pandemia dramática para el resto del mundo, pero no para Chad. El 19 de marzo de 2020, Chad había cerrado todo: lugares de culto, actividades educativas en todos los niveles, prohibió reuniones de más de 50 personas en espacios públicos y privados, cerró restaurantes, bares, casinos, salas de entretenimiento, actividades en aeropuertos de todo el país.
República de Benin
Sólo el 50% de los votantes inscriptos en Benín le dieron el 11 de abril de 2021 la reelección al presidente vigente por un mandato más, el segundo, y por cinco años. Patrice Talón ganó por el 86% de los votos emitidos en una jornada de muy baja participación; sin embargo logró la mayor adhesión a raíz de sus logros económicos en la gestión anterior.
Hubo en ese día y en la campaña previa acusaciones de autoritarismo y restricciones a la democracia por parte del mandatario, quien tuvo solo dos oponentes que fueron virtualmente aprobados por miembros del partido oficialista y considerados por eso de ser candidatos títeres. La imagen política internacional de Benín es la de un país sólido en cuanto al respeto de la democracia y el funcionamiento de sus instituciones. A esa imagen se suman los registros de la pandemia en el ámbito local, cuyos indicadores señalan que Benín no registró el 7 de junio pasado “ningún muerto” por COVID 19, que contabiliza solamente 8.082 personas contagiadas y en los últimos 14 días la tasa de pacientes confirmados era del 0,48 por cada 100 mil habitantes. Es la menor tasa de enfermos confirmados en el mundo. Benín tiene 11.801.151 de habitantes, es considerado un país intermedio en cuanto a población, según informa Datosmacro.com.
Uganda
Este fue el primer país que acudió a las urnas el 14 de enero de 2020 para elegir presidente y representantes parlamentarios.
El proceso electoral fue realmente violento. Yoweri Museveni, gobernante desde 1986, se empecinó en lograr un mandato más pero con la condición de suprimir las disidencias y llevar a la cárcel a su principal contendiente, el joven músico Bobi Wine, líder de la juventud ugandesa que es mayoría en el país de la región de los Grandes Lagos africanos. Wine denunció que el 14 de enero (y luego) tuvo rodeada su residencia por fuerzas de seguridad luego de denunciar manipulación en el resultado electoral. Museveni ganó su sexto periodo presidencial en unas elecciones cuestionadas por fraude.
Este presidente de Uganda gobierna desde hace 35 años. De guerrillero a presidente eterno de Uganda ganó los comicios presidenciales con el 58.64 % de los votos, frente al 34% de su principal opositor en las urnas y la escasa participación del 52 %. Pero es un país donde el 80 % de la población es menor de 30 años, y nunca conoció a otro mandatario. Por esa razón no todos confían en la legitimidad de los resultados de los últimos comicios y cuestionan, básicamente, el corte del servicio de Internet justo un día antes de los comicios que no fue restablecido en días siguientes.
El día de la votación se produjeron arrestos de observadores independientes, y las autoridades no permitieron la acreditación de la mayoría de quienes se disponían a monitorear las elecciones. Wine, de 38 años, afirma que representa a toda una generación cansada de vivir “bajo una dictadura” que ya dura 35 años. Los resultados electorales se conocieron tras la peor ola de violencia preelectoral. Wine y otros candidatos presidenciales fueron golpeados y acosados. Además, al menos 50 personas murieron durante las protestas antigubernamentales de noviembre pasado. Y Wine incluso fue arrestado en varias ocasiones.
La pandemia por coronavirus no incidió en esta confrontación electoral porque los contagios por COVID-19 recién se están incrementando en Uganda, que cuenta con 976 nuevos contagios reportados de media cada día y representa un 99% del pico, la media más alta reportada el 5 de junio pasado. Hubo en Uganda 55.511 contagios y 402 muertes relacionadas con el coronavirus en el país desde que comenzó la pandemia.
Niger
En Níger, considerado el país más pobre del mundo pero la principal fuente de uranio para su ex metrópoli, Francia, las elecciones del 27 de diciembre de 2020 se definieron por una segunda vuelta que se disputó el 21 de febrero de 2021 entre el candidato de la continuidad Mohamed Bazoum y Mahamane Ousmane, ex presidente entre 1993 y 1996, derrocado en un golpe de Estado.
La diferencia en la primera vuelta fue mayor al 15% del voto y Bazoum obtuvo la victoria en febrero de 2021 con el 55,75%, frente al 44,25% de Ousmane.
Como ocurrió en Uganda en enero, el perdedor impugnó el resultado. Bazoum tiene ahora a su cargo el liderazgo frente a la crisis sanitaria y la realidad de uno de los países más subdesarrollados del mundo. Pero fundamentalmente debe atender los conflictos con el el yihadismo como fenómeno de importancia, celosamente vigilado por Francia y la alianza regional conocida como G5-Sahel.
Esta última amenaza, sumada a la situación epidemiológica, no impidieron que la ciudadanía nigerina ejerciera el derecho a voto dos veces. En la primera vuelta la participación fue cercana al 70%.
Somalia
Capítulo aparte merece Somalía, nación del Cuerno de África tan olvidada como golpeada.
El 8 de febrero se suponía que debían celebrar su elección presidencial pero el disenso lo impidió tras unas negociaciones fallidas. La nación se tambalea junto a la desunión entre los clanes y la presión yihadista letal del grupo radical Al Shabaab que a fines de enero irrumpió en un prestigioso hotel (fiel a su modus operandi de los últimos años) y generó el caos en la capital, Mogadiscio, como lo viene haciendo desde hace casi una década a pesar de cierto repliegue militar.
El país intenta salir a flote desde que cayó en el desorden y en la guerra civil en 1991. Punto a favor de Shabaab que no se hayan celebrado las elecciones, pues había prometido alterarlas a como diera lugar. Mientras tanto, en un clima muchísimo más ordenado, la no reconocida Somaliland, Estado que se desgajó de Somalía en el fatídico 1991, tendrá elecciones parlamentarias en mayo.
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República del Congo
En República del Congo no hubo sorpresas tras el domingo 21 de marzo.
Si no se toma en cuenta el período 1992-1997, por haber perdido elecciones, Denis Sassou-Nguesso gobierna desde 1979 y va a superar los 41 años de gobierno si completa el mandato conseguido, el cuarto consecutivo, por cinco años.
Como en otras situaciones, sus rivales, muy débiles, denunciaron fraude y el principal falleció al día siguiente de la elección, por Covid19, tras encontrarse hospitalizado. La victoria muy cómoda del presidente congoleño va en contra de una tendencia que pareciera dirigirse a lo inverso, pues varios mandatarios que parecían eternos cayeron, aunque otros subsisten, como el ugandés Museveni o el rwandés Paul Kagame, mientras otros lo están haciendo bien para perpetuarse como Alpha Condé en Guinea Conakry o Alassane Ouattara en Costa de Marfil.
Burundi
Las elecciones generales se celebraron en Burundi el 20 de mayo de 2020 para elegir tanto al presidente como a los miembros de la Asamblea Nacional.
Evariste Ndayishimiye, del gobernante CNDD-FDD fue elegido presidente con el 71% de los votos. Pierre Nkurunziza, presidente de Burundí desde 2005, murió después de la elección que ungió a Evariste como sucesor. Nkurunziza falleció a causa del Covid 19 aunque oficialmente se dijera que fue por un paro cardíaco.
Ndayishimiye se aseguró un mandato de siete años como presidente, resultado confirmado por el Tribunal Constitucional. En Burundi los controles gubernamentales fueron estrictos en cuanto a la participación de observadores extranjeros den los comicios, los que fueron reemplazados por miembros de la Iglesia Católica.
Expulsaron a miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ordenaron que los ciudadanos burundíes que habían votado se retiraran de los lugares de votación. No hubo aquí medidas preventivas de salud, salvo la colocación de cubos de agua y jabón. Sí habilitaron el voto por poder para personas hospitalizadas y embarazadas, cuyos apoderados debían cumplir estrictamente las normas aplicadas. La participación electoral fue del 87%.
Ghana
Las elecciones generales de Ghana de 2020 se realizaron el 7 de diciembre de 2020 para elegir al Presidente y Vicepresidente de la República y renovar 275 escaños del Parlamento de Ghana.
Los ghaneses tuvieron un 78,43% de asistencia a las urnas. Tras el examen de sus documentos, la Comisión Electoral anunció la lista final de candidatos presidenciales el 19 de octubre de 2020.
Cinco personas habían sido descalificadas para presentarse a las elecciones porque tenían problemas con sus documentos de nominación. Estos incluyen problemas con sus formularios y algunos fueron remitidos al Departamento de Investigación Criminal del Servicio de Policía de Ghana. Los descalificados fueron candidatos independientes y de partidos no oficialistas.
El 20 de octubre de 2020, los candidatos votaron por el orden en que aparecerán en la papeleta y el actual presidente, Nana Akufo-Addo, sería primero en la lista seguida por John Mahama, el expresidente. A raíz de esto, uno de los candidatos descalificados, Nana Agyenim Boateng, líder de la UFP, acudió a los tribunales para buscar reparación y evitar que se llevaran a cabo las elecciones, pero el Tribunal Superior de Acra no encontró motivos para otorgar este alivio.
El Nuevo Partido Patriótico de Akufo-Addo ganó las elecciones por el 50,42% de los votos, y segundo se colocó el partido de Mahama, Congreso Nacional Democrático, con 46,20%. El Parlamento o Asamblea Legislativa quedó perfectamente dividida con 137 escaños para cada partido.
Ghana es una República Constitucional, que tiene un Estado Unitario y se rige básicamente por el Presidencialismo. El sistema legislativo es de una sola cámara.
Desde 1996, cuando se reformó la Constitución Nacional, el gobierno busca evitar los golpes de estado y mantener el equilibrio democrático para que no se instale un gobierno dictatorial o haya un solo partido político. Sin embargo, Ghana es gobernada por los líderes de los partidos principales en una paridad legislativa asombrosa, mientras el presidente es del partido con mayores votos y el vicepresidente del nucleamiento ubicado en segundo lugar.
En Ghana hay 94.369 casos de contagios por Covid 19, de los cuales 92.488 fueron recuperados y solo murieron 791 personas.
Sudáfrica
A diferencia de muchos otros países africanos que son verdaderamente pobres, Sudáfrica es el más urbanizado y poblado.
A dos años de asumir el poder en Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, de 67 años y de una tendencia moderada políticamente hablando, se enfrenta a la obligación de proteger a la población de la pandemia y al sistema de salud para respaldarla y garantizar la supervivencia de la economía. El país había recibido un duro golpe por la crisis financiera de 2008, y ahora enfrenta el virus en plena recesión, con una moneda en caída libre, un desempleo endémico del 29% y un índice de pobreza que lo convierte en el más desigual del planeta, según el Banco Mundial. Pese a la promesa estatal de sumar 500.000 millones de rands (USD 27.000 millones), es probable que los daños económicos resulten ser muy gravosos. La desaparición de empresas es la amenaza latente, y se anticipa que la pérdida de 2.500.000 empleos más el retroceso del 30% del nivel de salarios, afecten seriamente a la economía sudafricana.
Ramaphosa sucedió en 2018 a Jacob Zuma, quien gobernó desde 2009 hasta el 2018 con malos resultados. Pero el ex sindicalista devenido en millonario que ocupa el sillón presidencial rescató a la presidencia del desprestigio causado por la corrupción del partido en el poder, el Congreso Nacional Africano(ANC).
El partido de Nelson Mandela, originalmente, obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones legislativas realizadas en 2019. Un año después se topó con la pandemia que, por su gestión, amenaza la autoridad del jefe de estado y su partido, pese a haber autocriticado su administración frente a la crisis.
Malawi
La lucha por la democracia en Malawi en medio de la pandemia fue evidente en 2020. Los políticos en el país del sur de África fueron a buscar votos en una elección presidencial ordenada por la Corte.
En la votación presidencial Peter Mutharika fue declarado vencedor, pero fue suspendida por el Tribunal Superior de Malawi y confirmada luego por la Corte Suprema del país tras una batalla judicial que había empezado en mayo de 2019.
El opositor Partido del Congreso de Malawi (MCP), cuyo líder Lazarus Chakwera era el representante de una coalición, y su aliado principal Saulos Chilima del UTM, lucharon contra el poder de Mutharika. Chakwera se inclinó por una campaña festiva y de atracción de multitudes, un desafío peligroso a las medidas de prevención ante la pandemia por Covid-19. Mutharika se mantuvo alejado de los espacios públicos durante la campaña, y sólo se sumó en el período previo a las urnas del 23 de junio.
Cuando juró como presidente Chakwera se habían registrado en Malawi alrededor de 1.200 contagios, las medidas de prevención pública permanecían relajadas y las personas tomaron medidas bajo su propio criterio y responsabilidad. El país no había registrado ningún caso hasta el mes de marzo de 2020, pero eso fue leído como manipulación para no demorar las elecciones presidenciales.
Cuando la pandemia se hizo evidente, aún con escasísimos casos respecto del resto del mundo, el gobierno de Muttharika ofreció “planes sociales”, aportes de 30 dólares mensuales. Pero la campaña fracasó y se suspendió porque dos ministros fueron grabados repartiéndose subsidios minutos antes de encarar una conferencia de prensa.
El nuevo gobierno planeó una ceremonia de inauguración para el presidente entrante, donde se esperaba una multitud gigantesca, bajo la advertencia: “Asista bajo su propio riesgo”. Hubo 65% de participación en las urnas.
Como conclusión puede decirse que, hasta aquí, si hubo cambios de gobiernos en algunos países ninguno fue producto del efecto pandémico, sólo respondieron a las confrontaciones típicas de la política. En cambio, es probable, que con una investigación más rigurosa será posible verificar que algunas modificaciones en las representaciones parlamentarias o presidenciales podrían ser adjudicadas a la eficacia o impericia en el manejo de la crisis sanitaria
NANCY SOSA
Periodista y
Analista Política
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